En casos de enfermedad por miocardiopatía y disminución de la fuerza de contracción del corazón, se utilizan marcapasos de tres cámaras (tricameral) para optimizar y aumentar la cantidad de sangre que el corazón expulsa. En este caso, el marcapaso NO se implanta para control del ritmo cardíaco. El objetivo de este marcapaso es "sincronizar" el movimiento de los dos ventrículos y, de esta forma, mejorar la función del corazón. Es una terapia de asistencia en casos de Miocardiopatía con disminución de la fuerza de contracción cardíaca (Resincronización cardíaca).
El procedimiento de implante de los marcapasos es relativamente sencillo. En la imagen de marcapaso bicameral (dos cables) por tomografía, en la reconstrucción tomográfica, se observa la fuente del marcapaso en la región subdérmica pectoral derecha y la entrada de los cables o electrodos a la vena por debajo del hueso subclavio. Los electrodos, después de entrar a la vena, se dirigen por la vena cava superior al corazón.
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Se recomiendan cuidados rutinarios de la herida para evitar infecciones. Se recomienda mantener 24 horas sin mover el brazo del lado en el que se colocó el marcapaso y evitar elevarlo por encima de la cabeza o realizar esfuerzos como jalar o empujar con ese brazo. Esto se debe a que el cable, aunque esté asegurado o anclado, necesita de 3 a 6 semanas para cicatrizar. Durante ese tiempo, los movimientos bruscos pueden hacer que se libere y tendríamos que volver a reacomodarlo. Después de 6-8 semanas es muy difícil que se desprenda. Los marcapasos modernos no interfieren ni se dañan con los teléfonos celulares o aparatos de microondas.
Muerte: Durante la implantación de un marcapaso, el riesgo de muerte es <1 de cada 1,000 pacientes, teniendo mayor riesgo aquellos con enfermedad cardíaca en fases avanzadas. La mortalidad está relacionada con la enfermedad cardíaca de base.
Complicaciones No Mortales: Las más comunes que pueden ocurrir durante o al finalizar el procedimiento son inflamación y dolor o sangrado en el sitio de la bolsa subcutánea. Esto se controla con analgésicos. En <1% puede ocurrir que, al momento de puncionar la vena, se puncione inadvertidamente el pulmón, causando neumotórax, o se puncione la arteria subclavia y cause sangrado con hemo-neumotórax.
Según la gravedad, puede requerir de observación hasta una sonda torácica durante 24-48 horas para drenaje y/o expandir el pulmón. En <0.1% puede ocurrir que, al avanzar los electrodos dentro del corazón, se perfore del lado derecho al izquierdo o hacia el pericardio. Según la gravedad, puede requerir observación hasta la necesidad de drenaje pericárdico.
Otras posibles complicaciones incluyen embolismo de aire, disección o perforación del seno coronario, estimulación del diafragma, síndrome de marcapaso con arritmias por reentrada o estimulación retrógrada o estimulación extracardíacas del electrodo, que habitualmente se puede controlar con reprogramación del marcapaso. Muy pocas veces este tipo de complicaciones pueden llegar a requerir el cambio del marcapaso.
Complicaciones Tardías: En los días subsecuentes, en 0.5% de los casos puede suceder fractura o desplazamiento del cable del marcapaso, como ya se mencionó en los cuidados a seguir. También en esa proporción de casos puede ocurrir infección de la herida y/o del marcapaso, lo que requeriría recolocación y lavado quirúrgico para control de la infección.
Contraindicaciones: Las contraindicaciones para la inserción de un marcapaso permanente son las siguientes:
Para el tratamiento de arritmias y alteraciones del ritmo cardíaco, se dispone de los siguientes tipos de marcapasos:
Algunos autores consideran obsoletos los marcapasos unicamerales y recomiendan prácticamente el uso exclusivo de marcapasos bicamerales. Aunque, en lo personal, considero que ambos sistemas tienen ventajas y/o desventajas. La elección de uno u otro depende de las características clínicas del enfermo y se debe consensuar entre el médico, enfermo y familiares. El marcapaso tricameral o resincronizador no está dirigido al control del ritmo cardíaco, por lo que no se incluye en esta lista.
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Autores: Dr. Roberto Victoria Nandayapa, Dr. Carlos Guzmán Rodríguez.
Fuentes de información: